Mi hermano me hace la vida imposible
Índice de contenidos
Los problemas entre hermanos son una de las cosas más normales dentro de la familia. Hay momentos en los que pueden realmente volverse una guerra y más que todo en el tiempo de la adolescencia.
Estas situaciones tienden a ser pasajeras; sin embargo, el problema surge cuando se perpetúa en el tiempo y el amor entre ambos mengua cada vez, dando paso al odio, rencor y resentimiento.
Como sabemos que el llegar hasta este punto puede ser algo difícil, hoy hablaremos un poco al respecto, es importante estar atento a que reacción tomar cuando Mi hermano me hace la vida imposible.
¿Qué hacer si mi hermano me hace la vida imposible?
Bien sabemos que para que para pelear se necesitan 2. La primera opción ante una situación de discordia es tratar de mantener la calma y no dar pie a provocaciones. Pero hay una línea muy delgada entre no dar pie y someterse a la sumisión, para no cruzarla toma en cuenta los siguientes puntos.
- Descubre cual es el origen del problema: Los hermanos pueden discutir o pelearse por celos, rencor, envidia, competencia, etc. Cualquiera de estas emociones tiene un origen y lo más apropiado es reconocer que es lo que ha pasado que puso entre ustedes una distancia. Cuando entiendes de donde surge el problema, es más fácil para ti entender la actitud de tu hermano.
- Libérate del rencor: Esto puede ser un poco difícil en un primer momento, porque lo normal es que ante el ataque, cualquier persona reaccione. Sin embargo, al conocer las heridas que hacen que tu hermano sienta rencor hacia ti podrás ser mucho más empático y esto te llevará a disolver el rencor en tu corazón evitando así atacarlo.
- Habla con él: Este tipo de conversaciones pueden ser incómodas y si no se manejan como es debido quizá termine en otra discusión. Pero el hablar es importante, debe hacerse con el fin de conocer lo que está sucediendo, que ronda por su cabeza y cuáles serían las posibles soluciones.
- Marca tus límites: Desde un punto centrado, serio y lleno de madurez, es necesario que establezcas límites en la relación. A su vez, esto forja tu carácter e inspira respeto hacia el otro. Explícale que vivir en guerra no es una forma de vivir y en lo que no vas a participar, que si es necesario limitar el cruce de palabras mientras todo pasa, entonces hay que hacerlo. Recuerda que todo en la naturaleza tiene límites y tú no tienes por qué ser la excepción.
- Deja fluir: Luego de ponerte en sus zapatos y analizar su situación, hablar con él y marcar tus límites, lo único que queda es dejar fluir. Si no tienes amor que puedas darle a él, entonces cohíbete también de darle odio y rencor. Mantén una posición neutra y deja que el tiempo pase entre ustedes y la distancia que has empezado a poner, verás como bajará la tensión y quizá todo se solucione más rápido de lo que piensas.