Mi pareja es muy desordenada
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Cuando comenzamos a convivir con nuestra pareja se inicia un proceso de adaptación y de conocimiento aún más profundo del uno y del otro. Esto puede traer un engranaje perfecto, como también puede traer una serie de pequeños problemas; tal es el caso del orden dentro del hogar.
¿Qué sucede cuando, dentro de la relación, uno es muy ordenado y el otro lo contrario?, ¿Como mediar esa situación y lograr que ninguno salga afectado?.
Hay que tomar en cuenta que el respeto dentro de una relación es fundamental y poder llegar a un acuerdo que permita satisfacer las necesidades de ambos le brinda estabilidad a la pareja.
Todo se soluciona conversando y llegando a un acuerdo, en el área sentimental la cosa funciona igual. El poder negociar y llegar a acuerdos hace que las carencias de uno se compense con sus habilidades y viceversa.
De tal manera que, si se logra alcanzar un equilibrio entre el orden y el desorden se podrá entonces mitigar los problemas que esta disonancia pueda causar dentro de la pareja. A continuación te mostramos 5 pasos que puedes llevar a cabo para lograr este equilibrio.
¿Qué puedo hacer si mi pareja es muy desordenada?
- Conversa: La conversación es importante, habla con tu pareja (sin juicio) de lo que te incomoda, hazle saber de buena manera que te gustaría que se prestase mayor atención al orden dentro del hogar. Procura que esto no sea un comentario sin más, lleva a cabo una reunión para hablar del tema de forma completa.
- Tolerancia: Este punto es importante ya que cambiar un estilo de vida de la noche a la mañana no es algo fácil de hacer, por ende si tu pareja comienza a poner de su parte, trata de no presionarle y con paciencia ir llevándolo a la excelencia.
- Delega funciones: Si te acostumbras y acostumbras a los tuyos a que solo tú llevas el orden y la limpieza en el hogar y todo se hace como tú dices, corres el riesgo de que nadie quiera ayudar por miedo a que no te guste. Entonces, el delegar funciones no solo le sede responsabilidades a los demás sino que te ayuda a visualizar diferentes formas de hacer las cosas.
- Elimina el juicio: El que la otra persona no haga las cosas como tú las haces, indica que es un ser independiente que se crió y desarrolló de una forma distinta a la tuya. Entonces, el juicio no es un factor que ayude en este caso. Lo correcto es ayudar a derribar estructuras mentales que en el presente puede que ya no funcionen.
- Doblega el ego: Cuando llevamos el control y el orden, nos gusta que todo se haga de la manera en que nosotros lo hacemos. Esto no es correcto; no se puede someter a la pareja a que sea como deseamos. Por lo tanto, así como el cede para mejorar su orden, tú debes ceder y entender que no siempre, todo estará ordenado.